" Había una vez una vaquita llamada Lisa. Lisa era una vaquita muy traviesa y a la que le encantaba gastar bromas. Un día Lisa estaba comiendo, pero cuando acabó seguía teniendo hambre, así que decidió quitarle alfalfa a su hermana sin pedirle permiso.
Su mamá la vaca, que lo vió todo se enfadó mucho con ella y la castigó sin jugar. Al día siguiente, a Lisa se le ocurrió gastarle una broma al granjero, cuando éste vino a ordeñarla le dió una patada al bote y se derramó toda la leche.
Su papá el toro, que lo vió todo, también se enfadó muchísimo con Lisa, ly la castigó en el establo sin jugar esa tarde. A la mañana siguiente Lisa iba de camino al colegio y observó que todos los animales se reían de ella y no comprendía por qué. Cuando su amiga la oveja Clara la vió, se quedó boquiabierta y dijo:
- Lisa, ¿Dónde están tus manchas?
Lisa se miró y vió que todas sus manchas habían desaparecido. Lisa no comprendía lo que estaba pasando y se puso muy triste porque a ella le gustaban mucho sus manchas.
- ¿Dónde están mis manchas?, dijo.
A la salida del colegio, de camino a casa, Lisa notó que algo se posó en su cabeza y dijo:
- Ehh ¿Quién eres?
- Soy el Hada Obediente y he venido para ver si estabas buscando tus manchas, respondió el hada.
- ¡Sí!, las estoy buscando, ¿Las has visto?, dijo Lisa.
- Las tengo yo, y si las quieres recuperar deberás empezar a portarte bien y no hacer tantas travesuras.
Lisa descubrió que el Hada Obediente le había quitado todas sus manchas por ser tan traviesa y portarse mal, y solo podría recuperarlas si empezaba a ser una vaquita buena y obediente.
Al día siguiente decidió ir a pedirle perdón a su hermana por haberle quitado alfalfa sin permiso, y el hada vino y le devolvió una de sus manchas.
Cuando el granjero vino a ordeñarla también fue muy obediente y no tiró la leche, así que el Hada vino y le devolvió otra mancha.
Aquella tarde, mientras jugaba, se encontró un pajarito que se había perdido y no encontraba a su mamá. Lisa decidió ayudarlo y juntos la encontraron.
Después vino el hada y le devolvió otra mancha por ser buena y ayudar a los demás.
Finalmente, el Hada decidió devolverle todas las manchas, con la condición de que tenía que ser siempre una vaquita buena y obediente.
Lisa se puso muy contenta y comprendió que era mejor ser obediente y ayudar a los demás y le prometió al Hada que siempre se portaría bien."
Os presentamos a Lisa, una vaquita muy traviesa que se le pueden quitar las partes de su cuerpo, tanto las manchitas, el hocico, los cuernos, las orejas, el rabo, las ubres y las pezuñas. Nos servirá para aprender las partes del cuerpo de la vaca.
¡¡ Gracias Seño Carmen por traernos esta sorpresa!!
El cuento ha sido un éxito, les ha encantado la historia de Lisa, y que decir de la vaca, es un peluche que dará mucho juego mientras trabajamos el proyecto. Una idea estupenda seño Carmen.
¡Ha sido un placer trabajar en este cuento! Todo el esfuerzo invertido en realizar la vaca y el cuento ha merecido la pena. Solo ver sus caritas de alegría y escuchar sus preguntas y ocurrencias hace que te den ganas, no de hacer esto, sino de hacer muchas cosas más.
ResponderEliminarMe siento afortunada con la clase que tengo, tanto con mis niños, que son un dulce, como con Montse, que es una excelente maestra. Con ellos he aprendido y sigo aprendiendo cosas nuevas cada día. Además, aunque ya lo sé, todos los días me recuerdan que estoy estudiando una de las carreras más bonitas del mundo.
Un besito!